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La música como apoyo emocional en tiempos de cuarentena.

Escrito por Instituto Lomas del Real | 08-oct-2020 16:01:46

 

Estamos viviendo momentos de cambio en nuestras vidas debido al encierro por la contingencia, la salud emocional se ve reflejada en nuestras actividades cotidianas y en ocasiones podemos presentar estrés, ansiedad o miedo por  la situación actual pudiendo provocar hasta trastornos de sueño. 

Pero, ¿Qué puede ser de ayuda como un apoyo para sobrellevar esta complicada situación? La respuesta, las artes, en este caso la música.

Se han hecho numerosas investigaciones apoyando a la música como terapia, y, también como apoyo emocional, por ejemplo, cuando se está triste se recurre a la música como apoyo, a sus letras que apoyan lo que se siente en el momento, igual que se siente comprensión en sus letras, la música es un mediador entre las emociones que se manifiestan con la música elegida, es decir hay una conexión entre ambas.

La música ayuda a expresar lo que el interior siente manifestándolo hacia el exterior,  pero también se manifiesta cuando se toca un instrumento musical. Se puede manifestar de forma tan sencilla como que no se toca una melodía de la misma manera de cuando se está feliz que cuando se está triste, la melodía cobra un sentido diferente dependiendo del estado emocional, una melodía se siente con un cambio contundente al igual que las emociones.

Esto no quiere decir que la música solo ayude cuando hay tristeza, la música es algo tan global y a la vez algo tan personal que se vuelve parte del ser humano ya que existe desde los primeros pasos por este mundo.

¿Cómo se puede usar este arte para ayudarnos con las emociones?

Si se cuenta con un instrumento musical en casa puede ser una herramienta para ayuda de control de las emociones, claro está sabiéndola usar,  teniendo en cuenta los conceptos básicos que el instrumento requiere. El instrumento puede tener la mente ocupada con aspectos que van desde el cuidado de una correcta postura sobre y/o con el instrumento, la lectura de la pieza y el ritmo de la misma.

Se puede usar como una meta a seguir con el instrumento (como lo hacemos en nuestras clases de música)  por ejemplo:

  • Aprenderse una melodía de memoria.
  • Mejorar la postura con el instrumento.
  • Mejorar la lectura rítmica.
  • Mejorar la lectura rítmica – melódica.
  • Aprenderse nuevas escalas.
  • Desafiarse con una melodía que hace meses se consideraba difícil.

Y si no se cuenta con un instrumento, ¿Qué hacer?

Puedes hacer  algo tan básico como crear  una lista de reproducción que acompañe los quehaceres del día cotidiano, como por ejemplo una lista para  hacer la tarea, para cocinar, para ordenar una habitación, para hacer ejercicio, etc.

En las diferentes aplicaciones se cuentan con listas de reproducción ya hechas que funcionan para relajar, activarse, o hasta para conciliar el sueño por la noche. Otro ejemplo claro seria usar programas que permitan experimentar con la creación de melodías propias, aun sin contar con nociones básicas del lenguaje musical es una buena actividad divirtiéndose descubriendo todas las opciones con las que cuentan estos programas. Y porque no, proponerse a aprender el maravilloso mundo del lenguaje musical, desde su escritura, su lectura y navegar en la complejidad que supone aprender un nuevo lenguaje que es le lenguaje universal de la música.