Podría decirse incluso que forma parte de una nueva dimensión en donde todas las personas y sobre todo nuestras jóvenes están inmersas.
Si bien es cierto lo anterior, también es pertinente cuestionarnos los efectos que estos medios de comunicación tienen en el cerebro de las personas, pero sobre todo de las jóvenes.
Debemos tener claro que los efectos de estas tecnologías pueden ser tanto positivos como negativos para la innovación educativa. Dentro de los positivos podemos encontrar que:
Esta inmediatez con la que se pueden obtener las cosas y el uso intensivo de las nuevas tecnologías puede provocar efectos nocivos, ya que como mencionamos todo lo que hacemos con frecuencia se convierte en un hábito, pero si esta actividad realizada es una acción nociva o dañina se convertirá en un vicio.
A nivel neurológico las conductas dañinas que se repiten de manera constante provocan en el cerebro nuevas vías de aprendizaje y modifican algunas funciones cerebrales a nivel cortical, tales como la memoria, la abstracción, la reflexión, el pensamiento inductivo y deductivo.
El cerebro es un órgano plástico y modificable por todos los medios y las herramientas que utiliza, que son las que desarrollan las habilidades intelectuales y las funciones ejecutivas.
Por lo tanto, el uso desmedido de las redes sociales y el internet debilita los procesos cognitivos haciendo que las neuronas vayan creando nuevas conexiones y nuevos caminos en el cerebro respecto al pensamiento crítico, la reflexión, el criterio y la conciencia de lo bueno y de lo malo en nuestras jóvenes.
Con esto NO se pretende prohibir el uso del internet, ni que las jóvenes desaparezcan de las redes. Por el contrario, nos invita como padres de familia y como institución educativa a formar criterio en ellas para el uso adecuado y medido, aprendiendo a utilizar estos medios como herramientas de trabajo y de estudio.
En el Instituto Lomas del Real buscamos apoyarlas con pláticas y clases dirigidas a la toma de decisiones con respecto al uso de nuevas tecnologías, sin dejar a un lado todas las actividades que nuestras alumnas realizan por su edad.