La vida rutinaria en familia puede convertirse, a veces, en una experiencia abrumadora dependiendo del número de hijos y sus edades, así como sus actividades extraescolares y los horarios de cada uno, teniendo o no apoyo doméstico en casa.
En el blog de Kínders del Real te pasamos algunos tips para entablar una rutina familiar efectiva y bien administrada, con la cual puedas optimizar tus tiempos y recursos y así beneficiarte a ti y toda tu familia.
¿En qué consiste una rutina familiar?
La rutina familiar es el orden de actividades relacionadas con algún momento del día que se repite consecutivamente a lo largo de la semana dentro del núcleo familiar.
Para dichas rutinas, influyen varios factores externos como:
- Comprar artículos de supermercado y de papelería.
- Hacer pagos de academias.
- Asistir a partidos deportivos.
- Delegar responsabilidades, etcétera.
Existen varios momentos en que puedes establecer rutinas claras y concisas, que se automaticen con el tiempo, para que te sirvan como desahogo y reduzcan tus fuentes de estrés diario.
Si bien requieren de “trabajo administrativo” tras bambalinas, un buen tip para llevarlo a cabo es hacer tablas correspondientes a cada rutina, platicarlas con la familia y pegarlas en algún lugar visible para todos, como el refrigerador, la mesa de entrada a la casa o un corcho en algún lugar de uso común.
En las tablas puedes poner columnas tales como: “Hora (ej. 9-9:15 am), ¿Qué hacer?, ¿Quién lo hará?”.
Mira este ejemplo:
TIP: Mientras más específica sea, mejor. Es tu tabla familiar, así que date la libertad de amoldarla a las necesidades de todos, las cuales conoces a la perfección. Por ejemplo, para los más pequeñines, las ilustraciones o dibujos ¡sirven muchísimo! Recuerda que el orden y los esquemas claros y organizados generan paz interior a cualquier edad.
La rutina matutina
Consiste en establecer con claridad las actividades que cada quien desempeñará durante la mañana al levantarse, en qué orden y con qué duración aproximada. Entre estas actividades podrás considerar algunas de las siguientes ideas:
- Tender la cama.
- Vestirse y arreglarse.
- Preparar el lunch.
- Lavarse los dientes.
- Alistar pertenencias (ej. mochila, lonche, trabajos o materiales).
- Salir con tiempo suficiente para llegar a tiempo a las labores de cada quien.
La rutina de la media tarde
Entre las actividades que programarás dentro de esta rutina, toma en cuenta de lo siguiente, ajustado a tus necesidades:
- Quitarse el uniforme y ordenar cada cosa en su lugar (ropa sucia, zapatos en el zapatero, colgar suéteres y/o chamarras).
- Hora de la comida en la mesa (de preferencia sin distracciones como celulares, tabletas o televisión).
- Recoger la cocina. (lavar los platos, guardar las sobras en tuppers, etc.)
- Lavarse los dientes.
- Alistar cosas que se necesiten para las clases por la tarde (maleta de la natación, uniforme de deportes, etc.).
- Hacer tareas escolares.
- Alistar mochila para el día siguiente (establecer un lugar donde dejarla lista).
- Salir con tiempo a las actividades por la tarde.
TIP: Entre la rutina de media tarde y nocturna (según tus horarios y actividades por día), te sugerimos incluir elementos como: un poco de tiempo libre, lectura o ratito para la tv.
Procura no relacionarlo siempre con la televisión, computadora o videojuegos y, si es así, nunca dejes que suceda después de las 7 pm, ya que la estimulación cerebral que genera es mucha y puede mermar sus hábitos de sueño y descanso, lo que desencadena otro tipo de consecuencias.
La rutina nocturna
Este suele ser el momento más caótico del día, tomando en cuenta que muchas veces ya influye el cansancio que se ha generado, por lo que te recomendamos tomar muy en cuenta los horarios que designes para cada actividad. Puedes incluir:
- Bañarse.
- Lavarse los dientes.
- Alistar el uniforme o vestimenta para el día siguiente. Te sugerimos designar un lugar para dejarse listo siempre.
- Leer un cuento o libro, según la edad.
- Ponerse los pijamas.
- Ir a la cama.
- Incluir un tiempo en específico para la “platica antes de dormir”, donde dediques cierto tiempo a acompañar a tus pequeños mientras logran desengancharse de la rutina diaria y se predisponen a dormir. Esto, además, generara un vínculo afectivo y de confianza irremplazable.
Finalmente, no me queda más que decirte algo que procuramos no olvidar: “Nada congruente se dice, escucha o recuerda durante una pelea”. Es decir, que mientras menos planees los momentos rutinarios con tu familia, más fomentarás el apuro y el estrés, lo que desencadena malentendidos, discusiones y malos ratos.
Date el tiempo de administrar estos momentos, que se viven a diario, y notarás una enorme diferencia en cuestión de días, tanto en la comunicación, formación de hábitos y afectividad. Tomará tiempo automatizarlo, pero vale la pena comenzar a trabajarlo ya mismo.
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