Hace 18 años mi esposo y yo hicimos un viaje maravilloso a la Huasteca Potosina y uno de nuestros lugares favoritos fue la cascada de Tamul, un lugar que te recomiendo visitar.
Teníamos un año de casados, era casi una segunda luna de miel. El verano pasado regresamos, pero ahora con nuestros tres hijos y fue increíble poder compartir con ellos este paraíso que está a solo tres horas de San Luis Potosí. Queremos contarte que, cuando llegamos a la cascada, algo inexplicable pasó, no lo podíamos creer…
Hicimos un viaje al pasado, todo aquello parecía lo mismo como si nada hubiera cambiado. En ese momento, se detuvo el tiempo y ahí estábamos parados en la misma roca de hace 18 años.
Pero ya nada era lo mismo, pues teníamos tres hijos. Ese río, aunque parecía el mismo y la cascada igual, no eran los mismos, el agua siempre está corriendo, siempre está cambiando.
Igualmente, nosotros no éramos los mismos. Ahí estábamos con nuestros tres hijos y 19 años de casados, con nuestras altas y bajas pero podemos decir que llenos de felicidad.
Ahí estábamos con un amor más vivo con más compromiso, más fuerte, un amor de decisión y creo que una de las claves ha sido el diálogo profundo, el principal alimento de nuestro amor.
El amor es la aventura de descubrirse diariamente, ir cambiando juntos y madurar, lograr hacer de dos vidas una sola. "Para conseguir una sintonía sin sombras ni secretos que les permita mirar juntos hacia el futuro".
Esto no se puede hacer en silencio, ni conversando solo problemas urgentes y temas superficiales. El conocimiento mutuo y profundo del otro se logra a través del diálogo, que tiene como objetivo comprender lo que se conversa y a la persona con la que se conversa.
Gracias al diálogo se encuentran aspectos de la personalidad de la pareja que no se conocían, su mundo interior.
Es desnudar el alma… Los esposos que se aman viven esa intimidad buscando una unión más completa y profunda en todos los aspectos, su cuerpo, su mente, su espíritu y sus proyectos.
RECUERDA: El diálogo profundo es el principal alimento del amor. No se puede amar a quien no se conoce.
¡DESCÚBRANSE DIARIAMENTE!