Coincidirás en que, tan sólo la idea de vivir con una persona desordenada puede ser un auténtico dolor de cabeza. Por eso queremos compartirte más acerca de cómo ir habituando a tus hijos, desde pequeños, a llevar una vida más ordenada mientras aprenden a cumplir con sus responsabilidades, tomando en cuenta que la vida, en todas sus áreas, está llena de éstas.
Muchas veces por no querer molestar a nuestros hijos o alejarlos de sus juegos, tiempo libre o actividades. Muchas otras por practicidad y/o falta de tiempo. Y en otros casos, por falta de paciencia para enseñar a nuestros hijos a realizar sus deberes.
Sea cual sea el "pretexto" con el cual nos convencemos a nosotros mismos, en la mayoría de los casos, estamos dejando de lado esta tarea ardua y muy importante que es formar en nuestros hijos el hábito del orden y el cumplimiento de sus responsabilidades en el hogar, aún cuando estamos conscientes de que rendirá frutos a corto, mediano y largo plazo en sus vidas.
A veces quisiéramos que nuestros hijos hicieran los deberes a la primera, a la perfección y con gran facilidad, como por naturaleza, pero se nos olvidan varias cosas importantes.
La primera es que ellos, por su corta edad, tienen una gran capacidad de asombro y creatividad, volviendo casi todo en un juego. Es por esta razón, que cuando menos acordamos, la cátedra llena de instrucciones y pasos a seguir se vuelve todo menos una enseñanza o un resultado perfecto.
Debes recordar que ellos son pequeños y las habilidades que quieres que tengan requieren tiempo y mucha práctica. Intenta recordar o investiga cuánto tiempo te llevó doblar correctamente la ropa o tender tu cama. Por simples que parezcan estas actividades, existen habilidades de por medio que requieren de práctica y motivación.
Si vas a trabajar con estas pequeñas responsabilidades, no debes olvidar tener paciencia y darles el tiempo y las herramientas necesarios para lograrlo. Existen muchas estrategias como los calendarios semanales de cumplimiento de responsabilidades, stickers e incluso los abrazos o una porra para reconocer su esfuerzo.
La segunda: el orden es una virtud y los hábitos son la base de cualquier virtud. La manera más efectiva de que los pequeños cultiven un hábito es primeramente mediante el ejemplo.
Después es importante recordar que la formación de un hábito requiere de repeticiones libres constantes. Según los expertos, se necesitan al menos 66 repeticiones ininterrumpidas de una actividad para convertirla en un hábito. Tomar esto en cuenta antes de caer en la desesperación, será de mucho provecho para todos en casa.
La ayuda que aportan los integrantes de una familia es para el bien común; para que todo se vea agradable, esté ordenado, sea funcional y estén limpias las áreas de la casa. Incluso para gozar de un ambiente de cordialidad, alegría, etc.
Pero, ¿qué pasa cuando no damos oportunidad a que nuestros hijos brillen por su participación dentro del hogar? Cuando nosotros damos una encomienda a nuestro hijo en casa y terminamos nosotros mismos haciéndolo, el mensaje será: “no eres lo suficientemente bueno para lograrlo, yo soy mejor que tu”.
Entonces, su seguridad y autoestima podrían verse lastimadas. Inclusive, a la larga, podría elegir rendirse: “lo mejor será rendirme por que no soy suficiente mente bueno”. Lo más alarmante de esto es que, si sucede constantemente y en diversas situaciones, no nos gustaría proyectar esa actitud a otras grandes responsabilidades en su vida, ¿o si?
Debes estar consciente de siempre hacer sentir a cada integrante de tu familia la importancia de su intervención y rol, por pequeña o grande que sea, tal como poner las servilletas en la mesa o salir a trabajar diariamente para procurar el sustento familiar. Así, la autoestima de todos se elevará, porque se sabrán indispensables para este funcionamiento familiar.
Y en el caso de los más pequeños, esto hará que deseen aceptar retos porque sabrán que más adelante los lograrán y sabrán que teniendo su casa en orden lucirá más bonita y acogedora.
También estarán seguros de que encontrarán fácilmente los objetos que necesiten y serán capaces de afrontar responsabilidades según su edad y, así, sentirán emoción y satisfacción al reconocer que ellos mismos las hicieron y fueron de buen provecho para sí mismos y para los que más quieren.
Recuerda que nuestro hogar es el lugar más importante para la familia, ya que es donde llegas a descansar y disfrutas de los tuyos. Enséñales a atender responsabilidades, superar retos, trabajar en equipo y colaborar, desde la célula más importante en la sociedad: la familia.
Puedes apoyarte de un proyecto educativo que lo complemente. En nuestro kínder particular en San Luis Potosí estamos listos para recibirte y mostrarte nuestro proyecto integral que abarca todas estas áreas de desarrollo tan importantes para ti en relación con tus hijos y familia. Haz tu cita hoy.