La felicidad embarga a la familia entera cuando llega la esperada noticia de un nuevo embarazo… En todo caso, abuelos, tíos, primos, papá, mamá y hermanitos se sorprenden y emocionan al enterarse.
Todos están emocionados por saber si será niño o niña, de comprar ropita y accesorios tan pequeños como tiernos. Se pasan horas enteras preparando la habitación del recién nacido, haciendo y deshaciendo la maleta del hospital.
Sin embargo, de repente, notas algunas actitudes en tu hijo, sobre todo si es pequeño, que despiertan angustias y te hacen cuestionar: ¿qué sentirá mi hijo con la llegada de su nuevo hermanito, le afectará?, ¿cómo debo tratarlo?, ¿es normal sentirme a veces culpable?
Como kínder privado en San Luis Potosí, te damos algunos tips que, en cada etapa, evitarán que se convierta en una mala experiencia.
La noticia
El momento de anunciar la próxima llegada de un nuevo miembro a la familia es muy importante para todos y se convertirá en un recuerdo para la posteridad, por lo que vale la pena tomar en cuenta los siguientes consejos prácticos:
- Una sugerencia que hacen los médicos es que esperes a que pase el primer trimestre de embarazo para anunciarlo o incluso hasta saber el género del bebé. Esto, además de darte seguridad, permitirá añadir ese factor al momento de anunciar la gran noticia.
- Organiza el momento con tiempo y tranquilidad, pero sin perder el factor sorpresa que le añade emoción. Incluya creativamente la participación de toda la familia. Puedes encontrar algunas excelentes sugerencias en generadores de ideas como “Pinterest”.
- Posteriormente, tómate un momento tranquilo y relajado con tu pareja para platicar con tu hijo y escucharlo expresarse, cuestiónalo con cariño acerca de cómo lo hace sentir la noticia o si tiene alguna duda al respecto. Abórdenlas con seguridad y con el lenguaje más adecuado para su entendimiento, según la edad del pequeño.
- Procura tomar a tu hijo en cuenta en las conversaciones con la familia o amigos. Al igual que tú y tu pareja, forma parte de la familia y el hecho de ser pequeño no minimiza sus sentimientos, su emoción o sus ideas al respecto. Hazlo partícipe de todo desde un principio.
Preparándose para la llegada
Durante los meses posteriores del embarazo, procura hacerlo partícipe en cada momento. Un buen ejercicio es reflexionar acerca de lo que te emociona y compartir esos momentos con tu pequeño, lo cual hará sentirse de la misma forma que tú. A continuación algunos tips:
- La espera para un niño puede ser larga y, muchas veces, la temporalidad es difícil de comprender, por lo que te sugerimos utilizar términos adecuados a su edad. Por ejemplo, háblale de épocas, en vez de decirles cuántas semanas durará el embarazo, ejemplifica la época con algún evento conocido para ellos o bien con una estación del año. Por ejemplo, “Tu hermano llegará cuando comience a hacer frío y esté cerca la navidad”.
- Pídele su opinión al momento de comprar ropita, escoger la pañalera, accesorios o ropa de cama.
- Permítele ayudar a pintar las paredes de su habitación e incluso, si tú y tu pareja están de acuerdo con ello, déjenlo acompañarlos en alguna de las citas de ecografía.
- Aprovecha estos meses para darle espacios “personalizados” contigo y/o tu pareja. Visitas al cine, al parque o a tomar un helado y platicar. Intenta continuar con dicha costumbre una vez nacido el bebé.
- Platícale mucho acerca del amor que se tienen los hermanos, pero durante dichas conversaciones, permítele expresar sus límites al respecto y apóyalo. Que él decida que sus juguetes son únicamente suyos o que su habitación es su espacio personal, es válido y normal. Además, le permitirá sentirse seguro al momento de la llegada.
¡Bienvenido, hermano!
¡Llegó el momento! La emoción te embarga y no puedes esperar para conocer esa carita y sujetar esa pequeña manita o cambiar ese diminuto pañal. De repente, tu “pequeño”, se ve más grande que nunca y, así mismo, grandes emociones lo embargan… felicidad, emoción, celos, frustración.
Todas estas emociones son normales y para superar cada una de ellas, necesita de tu apoyo. Contempla lo siguiente:
- Imagina que, aun con aviso previo, llegara a tu casa una visita que tiene permitido tocar todas tus pertenencias, fuera “dueño” de tus cosas y las personas que más amas. Si te dijeran que todo está bien, que debes amarlo, compartirle y que ellos aman a esa visita como a ti mismo, ¿qué sentirías?, ¿Cómo te gustaría que te trataran?, ¿qué te gustaría que te dijeran? Este ejercicio te permitirá concientizarte acerca de lo que tu pequeño está atravesando y así, descifrar cómo abordarlo. En estos momentos, el apapacho y el cariño desbordado son clave.
- Si bien, el recién nacido absorbe tu atención y la de tu pareja para cubrir sus necesidades primarias, el “hermano mayor” exige atención. Una manera muy satisfactoria de recibir esa atención es permitirle tener pequeñas responsabilidades que apoyen a la dinámica familiar, sin que esto se convierta en pesadez o que llegue a sentirse responsable del bienestar del bebé. Por ejemplo: “hijo, acércame el champú especial para el bebé y ayúdame a sostenerlo aquí cerca. Muy bien hecho, ¡muchas gracias!”
- Un buen tip para el momento de la llegada es prever que el bebito le “traiga” un regalo a su querido hermanito. La sugerencia es que sea algo que tu hijo desee mucho y que sienta esa atención por parte de su pequeño hermano.
Además de todo esto, es importante contemplar que la llegada de un nuevo miembro de la familia es una revolución de emociones para todos en casa, por lo que la consigna debe ser la tranquilidad.
Evita, en la medida de lo posible, las prisas y el estrés, que reducirá las fricciones y permitirá que todos disfruten cada momento al máximo.
¡Mucha suerte! Y recuerda que en Kínders del Real tenemos un modelo educativo integral que camina contigo de la mano en cada momento.