La familia es la mejor escuela. En ella, como papá o mamá, tienes a tu alcance una herramienta indiscutiblemente eficaz para la educación de tus hijos: el ejemplo.
Genéticamente, todos los seres humanos estamos diseñados para imitar. Por eso es tan importante que, más que darles discursos, actúes en la vida tal y como quieres que tus hijos actúen el día de mañana.
Si quieres que sean felices (seguramente es algo que te preocupa mucho como padre o madre de familia), no hay nada mejor que ser feliz tú mismo.
Dentro del seno familiar, tus niños aprenden a hablar, comportarse, relacionarse y convivir. La relación entre ustedes –padres e hijos– es la principal fuente de aprendizaje para ellos. Por ello, tu ejemplo es clave en su educación.
De la manera en que te comportes resultará la forma en que ellos se comporten en el futuro. Cuando nuestra intención es darles una educación en valores, somos nosotros quienes debemos vivir y actuar de esta manera.
¿Qué debes cuidar?
Considera tu actuar en cada momento de la vida cotidiana ya que tus hijos siempre están observando…
Ellos pueden escucharte hablar mal de otra persona, saber que estás preocupado en exceso por el trabajo o el dinero, ver cuando te metes en la fila del supermercado, escuchar si le gritas a otra persona mientras conduces. En fin, podemos darte cientos de ejemplos cotidianos de los que probablemente no estás consciente.
¿Qué hacer para educar con el ejemplo?
Aprende a reflexionar como padre y que analiza tu actuar diario: ¿qué hice hoy que no me gustaría que mi hijo repitiera?, ¿cómo pude haber reaccionado?
Trata de tenerlo presente, porque esos mismos hábitos positivos empezarán a formar parte de tí y seguramente, más adelante, también de tu hijo(a).
Para reflexionar:
- Para educar a tus hijos cuida primero tu educación.
- Eres su referencia y ejemplo más eficaz.
- Si no influyes tú, lo harán otros. No hay ambientes neutros, todo influye.
- Sé siempre positivo. Destaca lo bueno cuando corrijas lo malo.
- Resalta la mala acción, no a la persona.
- Puedes conseguir y mantener la autoridad combinando la razón y el cariño.
Una última nota...
Si buscas una respuesta, es sencilla: se trata de hacer que las pequeñas cosas de cada día sumen esfuerzos, que sean algo grande, una muestra de amor. Tu hijo(a) necesita saber que su vida tiene un fin, que es necesario superarse personalmente para trabajar mejor.
De esta manera, formarás niños comprometidos con el servicio y el amor propio, resilientes, llenos de valores y con objetivos claros en su vida. Como kínder particular en San Luis Potosí, trabajamos contigo para que logren un gran desarrollo.