“Aquel que no conoce su historia, está condenado a repetirla”
En la actualidad, nuestras alumnas se enfrentan a grandes retos socioculturales que les exigen una participación proactiva como agentes de cambio.
Para lograrlo, es fundamental que comprendan que la historia no sólo es la interconexión de los hechos pasados, sino la mejor herramienta que tienen para enfrentarse al futuro y convertirlo en una mejor realidad.
Hemos visto cómo se repite la historia, una y otra vez; cómo los pueblos han sufrido por las mismas circunstancias en diferentes épocas y han luchado por los mismos objetivos en diferentes tiempos, llegando siempre al mismo desenlace y provocando las mismas consecuencias para los hombres.
Esto nos lleva a preguntarnos: ¿por qué no aprendemos? “Quizá la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia” (Aldous Huxley)
Para lograr un verdadero aprendizaje, debemos cambiar la concepción que se tiene de la materia de Historia. Es muy común la costumbre de memorizar, sin ton ni son, datos, fechas, nombres y batallas con el objetivo de aprobar el examen, sin comprender realmente la trascendencia de cada acontecer histórico en el mundo contemporáneo.
Mientras la alumna no asocie cada hecho pasado con el presente, es imposible que pueda utilizarlo como arma para el mañana.
Para nosotras, en el Instituto Lomas del Real, es muy importante impartir cada lección resaltando no sólo los detalles narrativos, sino humanizando a cada personaje, enfatizando que todos eran hombres o mujeres ordinarios en situaciones extraordinarias (o viceversa) que decidieron actuar a pesar de sus miedos y prejuicios.
Nuestro objetivo es que nuestras niñas se identifiquen con ellos y reconozcan que todos podemos convertirnos en protagonistas de la historia.
Como educadoras, tenemos la obligación de fomentar en nuestras alumnas un proceso de análisis y juicio crítico durante cada lección, acerca de cada héroe y cada villano, que lleve a las estudiantes a lograr una comprensión profunda de los sucesos y actuares pasados. Esto nos permite fomentar el desarrollo de mujeres asertivas capaces de alterar el curso de la historia responsablemente.