Como padre de familia, debes tener en cuenta que cada vez que tomas una decisión sobre algo que pudo haber decidido tu hija sin consecuencias negativas, se da un paso atrás en su educación.
Desde pequeña, hay cosas que puede decidir por su cuenta, como:
- Elegir de su clóset la ropa que se pondrá (o para algún evento formal, entre varias opciones ofrecidas por sus papás).
- Cómo organizar su tiempo libre, eligiendo entre las opciones positivas que se le ponen a la mano.
- Cómo ordenar su cuarto y la forma de hacer su cama.
Existe una frase que dice: “enséñales a tomar decisiones, éstas pueden cambiar su vida para siempre. Lo que afecta sobre su existencia es la capacidad para acertar”.
Tomar decisiones es una actitud que debes inculcar y potenciar con más urgencia que cualquier otro hábito, como la higiene y la salud. En necesario acostumbrar a tu hija a tomar decisiones constantemente, cada día y cada momento.
A veces, la incapacidad para tomar una decisión la paralizará, ya sea en el proceso de aprendizaje, al realizar un trabajo o al tener una relación afectiva.
San José María Escrivá de Balaguer, en el colegio Guadalaviar de Valencia, aconsejaba a los padres sobre la educación en valores de sus hijos:
“Ama la libertad de tus hijos y enséñales a administrarla bien. Que sepan que la libertad tiene una gran enfermedad que consiste en no querer aceptar la correspondiente responsabilidad. Entonces no es libertad.”
¿Cuáles son las características de quien sabe decidir correctamente?
Enseña a tu hija –dependiendo de su personalidad– a no ser excesivamente analítica, ya que sólo le llevará a retrasar demasiado la decisión, y a no ser demasiado impulsiva, porque podría decisiones con excesiva rapidez y sin pensar en las consecuencias.
La vida presenta varios caminos. La decisión de ir por uno u otro puede crear inestabilidad. Quienes consiguen saber arriesgar y tomar decisiones, asumiendo las dificultades y los fracasos, sabrán vivir.
Aunado a una educación en valores integral, te sugerimos ayudar a tu hija para que actúe sin dudar cuando ha tomado una decisión. Así se moverá con seguridad, creerá en sus propias capacidades, será más independiente y autónoma.
El éxito depende de una educación en valores y de la capacidad para ejercitar su toma de decisiones.
Para que tu hija llegue a tener una personalidad con capacidad de afrontar grandes decisiones, asumiendo los posibles riesgos, es preciso que haya ejercitado constantemente esta habilidad.