Nuevo poder sexenal y la resistencia al cambio por parte de nuestras hijas ¿emociones justificadas o inducidas?

11-dic-2018 11:12:00 / POR Instituto Lomas del Real

Instituto Lomas del Real

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Con el cambio de gobierno en México, los papás podemos emitir juicios frente a nuestros hijos, es importante poner atención a los mensajes que les transmitimos.

Sábado 1º de diciembre 2018, nos encontramos en familia viendo en la televisión al presidente electo Andrés Manuel López Obrador recorrer las avenidas rumbo al Congreso de la Unión para ser nombrado presidente de la República Mexicana, viajando en su automóvil Jetta color blanco, un vehículo que ha sido insignia dentro de su movimiento como sinónimo de austeridad, dejando para la historia las filas interminables de camionetas Suburban repletas de hombres pertenecientes al 37 batallón de Infantería de la Guardia Presidencial y el séquito interminable de personas en el equipo del presidente electo.

Me llama la atención  el suspiro de mi hija de 8 años, los ojos volteados y una frase seguramente aprendida de nosotros, en alguna otra ocasión: "estamos perdidos…”, una frase que en muchas ocasiones no tiene relevancia; sin embargo, en esta ocasión me preocupé, no por lo que pueda pasar con el país en este cambio de poder, sino por lo que pueda pasar, o ya haber pasado, por la mente de mi hija, y no me queda duda, ese miedo al cambio, infundado o no, seguramente llego a su mente por pláticas al respecto dentro del ambiente familiar.

Es común, dentro de unas elecciones, tener una cierta preferencia para uno u otro candidato, normalmente basadas en las condiciones del estilo de vida de cada persona, y también es común emitir juicios con soltura y naturalidad, como si fuéramos expertos en la materia. No le encuentro problema alguno si estos se entremezclan en una tertulia de adultos con criterios ya definidos; sin embargo, no ocurre lo mismo cuando estos juicios son vertidos en una platica donde se encuentran personas con pocos años de experiencia, con una mente con sed de conocimiento y una búsqueda constante de anclas que ayuden a definir una postura, en la gran mayoría, copia de las palabras que emitieron los padres y no de las creencias reales de estos.

Todas las palabras que mencionamos frente a nuestros hijos van a generar una marca en su carácter, para bien o para mal, pero son las conversaciones de los padres los que forjan en mayor medida las creencias y posturas futuras de nuestros pequeños.

¿Qué es lo que debemos evitar? Lo más importante, juicios infundados, estos juicios que soltamos, normalmente criticando una persona o sus actos, basados en pláticas recibidas por terceros, donde la información normalmente no esta confirmada en su totalidad y la tomamos como verdad absoluta y además de no confirmar dicha información, la pasamos con la facilidad de un clic o una frase y peor aún, la transmitimos a nuestros hijos, los cuales genéticamente están programados para confiar fielmente en lo que dicen sus mentores, estén en lo correcto o no.

La frase mencionada por mi hija generó en mí reestructurar el paradigma respecto al nuevo presidente de México, a lo que alcance a comentar: “No lo se hija, démosle el beneficio de la duda, pensándolo bien, me agradó la forma de humildad y cercanía al pueblo con la que se trasladó a su destino, algo nunca visto en anteriores ocasiones , la historia nos dará más herramientas en el futuro para en su momento calificar el suceso, mientras tanto, tiremos juntos de este carro llamado México del que todos dependemos."

Ensayemos el hábito de platicar en positivo frente a nuestros hijos, algo que transformará su forma de pensar, juicios y calificaciones a propuestas e ideas enfocadas a la mejora continua del ambiente donde se desenvuelvan. Si lo hacemos bien, ellos lo harán con su descendencia generándose una cadena de bienestar a nivel país. En la familia está la solución de los problemas que le duelen a México, vayamos actuando.

Topics: Educación en valores