Tips para hablar en público

¿Tienes que hablar en público? Con el simple hecho de hacerte la pregunta, ¿te empieza a doler el estómago, te sudan las manos, te tiemblan las piernas o se te seca la boca? En conclusión, ¿te da un ataque de pánico?

En la actualidad, con el desarrollo de la tecnología y las redes sociales, se cree que ya no se necesitará hablar en público, pero no es cierto. Las universidades, e incluso las empresas, consideran para ingresar o contratar a una persona, su dominio y desarrollo de la habilidad verbal.

Pero no te preocupes, como una de las mejores preparatorias en San Luis Potosí, te daremos unos sencillos consejos –que surgen de 25 años de experiencia en la práctica de la Oratoria–, que te ayudarán a controlar esos nervios y desarrollar más tus habilidades verbales.

Lo primero que tienes que saber es que, en Oratoria, importa CÓMO se dice más que el QUÉ se dice.

1. Lenguaje corporal

La postura del cuerpo es vital para manifestar seguridad y autocontrol.

Obsérvate en un espejo: tienes que concentrarte y concientizarte de tu cuerpo, mantenerlo con la columna vertebral derecha, tus hombros ligeramente hacia atrás sin tensión.

Mantén las piernas rectas y juntas, sin que se descanse en ninguna de ellas. Hasta que no logres controlar los movimientos involuntarios y las malas posturas, no puedes desplazarte de un lugar a otro.

2. Brazos y manos

Aun cuando son parte de la cinestesia (también nombrada kinestesia) que estudia el movimiento, postura y equilibrio corporal, estas funciones del cuerpo deben recibir un tratamiento especial.

Observa a los conductores o locutores en los medios de comunicación. Verás que ninguno habla con los brazos inertes, sueltos junto al cuerpo. La postura correcta es doblar un poco el codo, siempre cerca del cuerpo y las manos juntas, tocándose suavemente cada yema de los dedos.

Practica, nuevamente frente al espejo, y mueve las manos despacio con ademán natural en concordancia con lo dicho, retomando la postura anteriormente recomendada.

3. Voz

Aquí te recomendamos hacer uso del paralenguaje, es decir, todos los recursos que tienes como: volumen de la voz, entonación, ritmo y pausas.

Practica tu discurso hablando despacio, busca un tono grave en la voz, ensaya al hablar “quedito” y sube el volumen sin llegar a gritar. Lo principal para tener éxito en este punto es entender todo lo que estás diciendo y decirlo con la convicción y pasión de los propios significados.

4. Discurso escrito

Selecciona el tema que más te guste, piensa en el público al que vas a dirigirte, investiga argumentos que fundamenten tu punto de vista y, sobre todo, cuida la entrada y el cierre del discurso.

Para la entrada se recomienda captar la atención. Puedes lograrlo a través de varios recursos como:

• Hacer una pregunta.
• Decir un refrán.
• Repetir una frase célebre.
• Mencionar una estadística.
• Contar una anécdota...

Aplicando estos consejos frente al espejo y practicando continuamente dentro de las aulas, hemos logrado desarrollar en nuestras alumnas de preparatoria (High School) la habilidad de expresión verbal que las distingue en ponencias –tanto preparadas como improvisadas– con una gran calidad y dominio de sí mismas.

Recuerda que, para hablar sobre cualquier tema, tienes que saber de él: investígalo, conócelo y escribe lo que deseas decir; hazlo tuyo. Bien dicen que “detrás de un buen orador, hay siempre un buen lector”.