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¿Te has dado cuenta de que hoy en día niños y niñas tienen pocas responsabilidades en el hogar?
La mayoría de las familias actuales son pequeñas en número y las tareas de la casa muchas veces se ven reducidas a ordenar su cuarto, esto es muy bueno, pero es una tarea que los beneficia sólo a ellos, es por eso que:
Tener una mascota es una oportunidad para enseñarle a tus hijos algunos de los valores más importantes.
Cuando un niño es consciente de que otro ser vivo depende de él, se desarrolla en él una gran capacidad para la empatía, necesaria para vivir un sentido de responsabilidad más amplio, el social.
Relacionarse con otro ser vivo, mejora su intuición y comunicación, esto les hace ser más sociables, con menos dificultades para integrarse y adaptarse en un grupo.
Además de la empatía y responsabilidad, podrás sembrar en tus hijos otros valores como el espíritu de servicio y colaboración, el respeto, la fidelidad, la compasión, el amor incondicional y la gratitud.
Todo es cuestión de tener claro que tú serás el modelo al principio y que debes ir repartiendo esa responsabilidad de acuerdo a la edad de tus hijos.
Aquí tienes algunos puntos que debes considerar para aprovechar esta oportunidad:
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- A los 4 años es un buen momento para que ayuden a alimentar a su mascota. Su motricidad fina les permite vaciar y llenar recipientes y podrán sin problema hacerse cargo de colocar su alimento y limpiar sus recipientes. Tú deberás indicarle el cómo y los horarios para hacerlo. Algunos veterinarios recomiendan que en esta edad los niños atiendan preferentemente animales pequeños o que requieran menos cuidados, como un gato, una tortuga, hámster o un pez.
- A partir de los 6 años, un perro sería una buena idea, ya que un niño en edad escolar, además de ser más grande físicamente, también tiene más fuerza y coordinación en sus movimientos e intelectualmente puede tener responsabilidades mayores, como pasearlos, bañarlos, jugar con ellos y hasta enseñarles algún truco. Deberás ser su modelo al principio, proponer los horarios para hacerlo y vigilar que se cumplen rutinariamente y con constancia, esto le permitirá a tu hijo formar un hábito, además del vínculo emocional con su macota.
- En la adolescencia deberás involucrarlos en actividades más complejas, como planear la rutina y cuidados médicos que su “mejor amigo necesita”.
- Sí tienes bebés o menores de 3 años, no te desanimes, muchos médicos coinciden en que crecer con una mascota fortalece el sistema inmunológico, así que mientras ellos aprenden a diferenciar entre sus juguetes y una mascota, será su salud y estado de ánimo lo que se beneficie.
Cualquier niño que se sabe útil, es un niño más autónomo y seguro de sí mismo y sí trabajan en familia en el cuidado de su mascota, conseguirán fomentar la colaboración, el compromiso y a su vez fortalecerán la unión familiar.
En el Instituto Lomas del Real estamos capacitados para apoyarte en todos los aspectos de la crianza de tus hijas por lo que siempre pensamos en actividades que permitan el desarrollo de esas responsabilidades. Recuerdas el "Pet Fair"? Pues coméntanos si te gustaría volverlo a tener.
