Pensamos que lo mejor para nuestras hijas es ayudarles a hacer la tarea para que no sufran, para que no se equivoquen, para que tengan excelente calificación. Creemos que estamos ayudando, pero la realidad es que podemos perjudicar sus procesos de aprendizaje.
Ayudarles demasiado puede frenar el desarrollo de sus habilidades, incluso puede provocar que se sientan incompetentes.
Búsqueda incorrecta del éxito
Al querer que nuestras hijas tengan éxito en las actividades que realizan se puede caer en el exceso de ayudarlas y de crear una atmósfera de presión.
En realidad, el éxito de tu hija no lo determina la cantidad de ayuda que le brindas. Hay que aprender a detectar cuando es necesario acercarse y cuando tomar distancia para dejarla razonar y solucionar a su manera; incluso es sano dejarla cometer errores, en ese caso tu labor es impulsar la importancia de la reflexión, motivarla a comprender el aprendizaje que se produce de las equivocaciones.
Apoyarla demasiado puede ser un síntoma de un equivocado sentimiento de responsabilidad para hacer que nuestras hijas siempre sean felices. Cuando esto ocurre lo más normal es que se desalienten, producto una excesiva presión, o bien, que se esfuercen menos al hacer sus tareas, ya que de manera indirecta les damos a entender que ellas no pueden hacerlo solas.
Tips para ayudar a tu hija
- Muestra interés en lo que tu hija ha aprendido en la escuela, pero evita mostrar más interés que ella en sus tareas.
- Hay que poner reglas para hacer la tarea en casa, determinar la hora y los espacios adecuados pare realizarla, especialmente en sus primeros años para crear un sano hábito.
- Trata de no ayudarlas hasta que ellas lo pidan. Esto aumentará su confianza para realizar el trabajo escolar sin la ayuda constante de un adulto.
- Asegúrate de asistirla y no de hacerle las cosas. No arregles todos los errores, ni actúes como editor.
- Una regla muy común y efectiva es realizar la tarea antes de jugar o ver algún programa de su agrado. En lugar de recordarles esta regla, sólo pregunta “¿Qué tienes que hacer antes de jugar?”... Ellas sabrán la respuesta.
- Reflexiona sobre lo que haces por las tareas de tus hijas y evalúa si has beneficiado o frenado el desarrollo de habilidades importantes como la responsabilidad y autonomía.
- Para motivar su mejoría podemos hacer una revisión de sus tareas de vez en cuando. Una forma de impulsar el desarrollo de nuestras hijas es preguntarles en qué creen que pueden mejorar.
Recuerda que tus acciones como padre no deben consistir en hacerlas exitosas ahora, sino en desarrollar las habilidades para que, cuando elijan el tipo de vida que quieran, puedan desenvolverse y relacionarse de manera sana y sin tu ayuda.