Labor social es un término muy común utilizado entre las personas para referirse al acto de apoyar a aquellos individuos que son vulnerables y necesitan ayuda, pero ¿por qué existe la necesidad de involucrarse en este tipo de servicio a la comunidad?
En estos tiempos en los que, a pesar de que muchas personas tenemos un mayor acceso a la información y a diversas formas de satisfacer nuestras necesidades, algunas otras no tienen esas posibilidades, por lo cual se vuelve indispensable educar en darse a los demás.
Algunas veces se culpa al gobierno, algunas más a otros grupos de personas, pero la realidad es que una situación desfavorecida corresponde a muchos y distintos factores, y al percatarnos de ese problema es importante decidirnos y hacer algo al respecto.
Si bien existen diferentes grupos de apoyo y organizaciones que dedican sus esfuerzos incansables a intentar ayudar a los demás, muchas veces no es posible ver el cambio. Esto debido a la enorme cantidad de personas con múltiples problemáticas que forzosamente necesitan de otras para lograr su bienestar. ¿Acaso no se hace lo suficiente?
Quizá en muchos solo se esté dando una solución a corto plazo, cubriendo necesidades básicas sin atacar el fondo, por lo que el problema parece reducirse un poco a primera vista, pero terminará por surgir nuevamente. Es por eso que se debe impulsar el servicio social, para intentar ayudar a los demás de manera integral y así cubrir sus necesidades de alimentación, espirituales e intelectuales.
En algunas escuelas es un requisito cumplir con ciertas horas de servicio o labor social, una imposición que quita todo el sentido a la tarea, esto no debe hacerse por obligación. Debemos entender el valor de apoyar al otro y así crear una cultura de empatía hacia el prójimo.
Si tenemos la oportunidad y la capacidad de ayudar a alguien, aunque sea solo a una persona, debemos cumplir con la responsabilidad moral de hacerlo; virtud que se enseña desde la infancia.
En el Instituto Lomas del Real creemos que las personas son bondadosas por naturaleza y que la educación debe fomentar una cultura de empatía, de amor y de respeto, para lo cual es indispensable el trabajo colaborativo entre padres, maestras y alumnas.
Inculcar el deseo de ayudar a otros forma parte de una educación en valores, algo que promovemos para formar mujeres íntegras, capaces e interesadas por realizar un servicio social que cubra mucho más que las necesidades materiales de grupos vulnerables y que se lleve a cabo sin esperar nada a cambio.
Por: Graciela Pérez García