Mucho hemos escuchado a lo largo de nuestra vida, por medio de abuelos, papás o tíos, decir refranes o comentarios referidos en algún momento sobre detalles sobresalientes que se prestan para marcar un hecho en breves palabras.
Esas frases son muy atinadas y algunas graciosas, por lo que el historiador oaxaqueño Andrés Henestrosa las define como:
Mencionando algunos refranes tenemos los siguientes:
- “Cuesta más caro el caldo que las albóndigas”
- “Dando y dando pajarito volando”
- “El que nace para maceta de corredor no pasa”
- "Si quieres conocer a Inés vive con ella un mes”.
<< ¿Por qué fomentar las tradiciones en el colegio?>>
Eligiendo uno que puede aplicarse en el día a día en nuestra vida y del cual podremos analizar y darle mucho valor es el que dice: “obediencia y paciencia son la mejor ciencia”.
Este refrán hace referencia a dos virtudes que debemos poner en práctica con la finalidad de enfrentar de la mejor manera las diferentes oportunidades o dificultades que se nos puedan presentar.
Veamos el concepto de cada una para así apreciar el mensaje que tiene.
En primer lugar, la obediencia que viene de la acción de obedecer: escuchar con atención lo que otro dice y cumplir la voluntad de una autoridad, indicando también abstenerse de algo en particular. Esta se utiliza en diferentes contextos, como en la religión, el ejército, la familia o la educación.
Tirso de Molina.
Como parte complementaria está la paciencia, que es la capacidad de tener calma y paz, así como tolerancia para saber sobrellevar las adversidades. De ahí que se considera parte de la madurez de los individuos tener la calma para esperar que las cosas sucedan.
Estas dos acciones de la inteligencia y voluntad son herramientas que cooperan para tolerar de mejor manera y con sabiduría ciertos momentos o procesos de la vida.
Sobre el término ciencia, se define al conocimiento adquirido a través del estudio o de la práctica, constituido por una serie de principios y leyes.
¿Cómo tejer todo este contenido? Más que nada en darle importancia a las dos virtudes, obediencia y paciencia, que son el eje de un gran resultado.
Actualmente es más complejo aceptarlas por la forma de vida de la humanidad, la cual se maneja en un medio de competitividad donde se vive para los propios intereses sin ver por los demás.
Ejemplos como el cuidado del medio ambiente, los derechos humanos, leyes diversas, entre otros que se deben respetar, y que por falta de obediencia rompen su equilibrio.
Para resolver los males que nos están afectando cada día más, es preciso contar con estas dos virtudes, por ello, en el Instituto Lomas del Real fomentamos la educación en valores en cada una de nuestras alumnas.
Conoce por qué somos uno de los mejores colegios en San Luis Potosí.
Escrito por: María del Carmen González Rivera